La espera activa
Ahora empieza lo más bonito, que es lo que yo llamo la espera activa. Viendo ya la adopción como una realidad, y la llegada de nuestros hijos como algo que solo es cuestión de tiempo, ya podemos empezar a soñar, a imaginar... aunque todavía da miedo emocionarse demasiado por si luego tarda más, por si pasa algo, por si... por si... por si... Como decía un amigo mío al que conocí en Japón, "think think think and all you'll get is shit". Supongo que tendríamos que dejarnos llevar por la ilusión y soñar con el pequeño o la pequeña, pero nos han dado tanta información sobre todo lo malo que puede pasar, que vamos con pies de plomo.
Nos hablaron en el curso de una familia que, al ir a buscar a su hijo a India, ya en el orfanato, el niño salió corriendo y no quería saber nada. Los cuidadores le dijeron a la madre que era su problema y que se lo tenía que llevar, así que lo llevaron prácticamente a la fuerza y entre lloros... El otro día cuando fuimos a la primera entrevista había allí una pareja que renovaba idoneidad porque les habían cerrado el país de adopción, y tenían que cambiarlo después de haber esperado ya un tiempo. Piensas: "a mí no me pasará". Pero... ¿y si pasa? Podría pasar y es probable. Pero al final es solo cuestión de tiempo y de que la ilusión y las fuerzas no se pierdan. Tal vez darse la libertad de soñar un poco ayude a mantener esa llamita viva.
Nos dijeron en el curso que los niños adoptados son los más deseados, por el tiempo de más que tenemos que esperar y por los obstáculos de más que debemos superar en comparación con las otras vías de ser padres. Tal vez sea así. En la preasignación que vimos durante nuestra visita a la ECAI de India, la familia solo había esperado 9 meses desde la idoneidad. Quién sabe si tendremos esa suerte. Yo de momento quiero afianzar proyectos profesionales que no podré atender bien hasta que los niños vayan al cole (y aun así, ya veremos), y al mismo tiempo, aprender a trabajar menos para poder dedicar más tiempo a los pequeños. Tengo que aprender a trabajar de 9 a 17h y de lunes a viernes. Esto es así. ¿Qué haré con los encargos de fin de semana? Supongo que tendré que dejarlos por un tiempo... o pactar algo con mi marido. O cambiar los calendarios que no hemos conseguido cambiar en 20 años en el sector TV. No creo que pueda ser. Por cierto, casi mejor empiezo a hablar en plural porque tarde o temprano serán más de uno.
Y así doblamos la primera curva del camino. Sigamos caminando hasta que esa imagen de pareja tenga en medio una personita nueva que nos convierta en esa familia que queremos ser.
"Por separado sois grandes, pero juntos sois gigantes."
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