Nuestra visita a la primera ECAI



Por fin hemos ido a las ECAI a informarnos en detalle de la situación en los países para los cuales hemos presentando solicitud de adopción.
La primera parada fue Zaragoza, para reunirnos con Namasté, la ECAI que gestiona India.
Fue una reunión de 3 horas que nos ayudó a disipar dudas y a quitarnos miedos y algún prejuicio acerca de la edad de los niños. En nuestra solicitud habíamos puesto de 2 a 4 años y que aceptábaos grupos de  hermanos. Pero nos contaron que los casos de niños adoptados hasta 6 años habían funcionado muy bien, y que no era una edad problemática. Pensábamos que tal vez costaba más la adaptación al ser "mayores" pero nos quitaron esa idea de la cabeza. Por otro lado, los niños en India están escolarizados, hablan inglés e hindi (aunque por lo visto este último se les olvida enseguida), y están bastante bien tratados y educados. Obviamente no están como estarían en una familia, pero no pasan hambre (aunque no comen de manera equilibrada, por ejemplo carne y pescado no hay, casi todo son verduras y arroz) ni están descuidados. Nos explicaron que en India, cuando hay una preasignación, los padres deben decidir en muy poco tiempo si aceptan o no, y en ese momento ya pueden conocer vía Skype al niño. Hay varias vistas (con el juez en India) y, cuando ya hay una resolución judicial por parte de India, ya se puede preparar el viaje. Son entre 7 y 15 días, en los cuales se hacen trámites en la Embajada y el resto del tiempo es para conocer al niño y pasar unos días con él. La primera noche, el niño duerme en el orfanato y los siguientes días, la familia se lo lleva al hotel. Nos comentaron que si queremos hacer turismo, que lo hagamos antes de recoger al niño, porque como muchos son abandonados, si no te los llevas "a España" relativamente pronto, pueden creer que los vas a abandonar en alguna de las paradas que hagas. También peguntamos si era habitual cambiarles el nombre: es mejor que no, pero podemos añadirle el nombre que queramos. Si el niño no es muy pequeño, ya está acostumbrado a su nombre, y a no ser que salga de él (como ocurrió en un caso del que nos hablaron, en que el niño se despertó un buen día y anunció que se llamaba Juan), cambiárselo crearía confusión.
Hablando ya de la situación posterior al viaje, nos explicaron que, cuando el niño llega, es necesario un periodo de adaptación en el que el aún no podemos llevarlo al cole, y los padres tenemos que estar el máximo tiempo posible con él. Por ley, tenemos derecho a 4 meses de baja para poder realizar correctamente ese protocolo. Después de eso, ya se puede mandar al niño al cole si tiene la edad adecuada. Aún falta mucho para eso, pero nos gustó saberlo porque yo pensaba que nada más llegar ya tenía que hacer vida normal... y me parecía que podría ser un poco estresante para el niño. Pero claro, es que hasta que vas, no sabes gran cosa. Aparte de estas cuestiones, nos contaron historias conmovedoras y otras ilusionantes, pero siempre sin que perdiéramos de vista que la espera será larga y dura.

Por otro lado, nos dieron la lista de papeles de que tenemos que preparar en cuanto tengamos la resolución de idoneidad. Alguna cosa se puede ir preparando (renta, padrón) pero los documentos compulsados o firmados ante notario que se han de presentar no conviene que lleven firma de antes de la resolución, por lo que nos dijeron desde Namasté. También nos dieron el calendario de pagos.
En total, suman unos 14.000€ sin contar el viaje.
En esta página tenéis toda esta información detallada.
¡Hasta la próxima!



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